Adicción a Fumar

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Adicción a Fumar — Una Historia Personal
Un día se me ocurrió: tengo adicción a fumar. Sabía que necesitaba parar, pero no sabía si podría. Cuando traté de dejarlo por mis propias fuerzas, los métodos de reemplazo fracasaron. Me sentí frustrado al tratar de dejar de fumar, para simplemente volver a caer. Me sentí cansado de los síntomas de abstinencia. Finalmente, le pedí a Dios ayuda para superar mi adicción. Él me había ayudado en otras áreas de mi vida, así que pensé que iba a ver lo que él tenía que decir sobre fumar.

Dios nos ha dado un “manual” que ha probado ser cierto a través de los siglos, que nos enseña cómo opera el cuerpo humano: es la Biblia. ¿Podría haber algo en la Biblia que me ayudara a dejar de fumar? Aunque no es un texto médico, es la Palabra de Dios. Sus páginas contienen principios fundamentales para una buena salud.

Primero, la Biblia nos manda a no permitir que nuestros cuerpos se conviertan en esclavos de nada. 1 Corintios 6:12 dice: “Todo me está permitido, pero no todo es para mi bien. Todo me está permitido, pero no dejaré que nada me domine”. Sabía de primera mano que estaba siendo dominado por la nicotina. Era su esclavo.

Más adelante, en el mismo pasaje, leí: “¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios” (1 Corintios 6:19-20). Sabía que fumar era muy malo para mi salud, por lo tanto era muy malo para mí. Tenía que dejarlo.

Al confiar en que Dios me ayudaría a dejar de fumar, fui capaz de dejar mis cigarrillos para bien. No siempre ha sido fácil, pero sé que es la decisión correcta. ¿Qué hay de ti? ¿También es la mejor decisión para ti? ¡Estoy seguro que sí! Dios quiere ayudarte con esta adicción. ¿Se lo permitirás?

Dios te ama tanto, que envió a su hijo Jesús a morir por ti. Él quiere tener una relación contigo. Dios te quiere libre del poder adictivo de la nicotina. Al volverte a Jesús en arrepentimiento y fe, puedes experimentar la libertad y el amor de Dios.