Adicción a la Comida -— ¿Eres un Adicto a la Comida?
Adicción a la comida es un término contemporáneo usado para describir un trastorno patológico; el deseo compulsivo excesivo por y el consumo de comida. Esta condición no solo se manifiesta por el consumo anormal de comida, sino por el consumo y deseo de alimentos que son, por sí mismos, dañinos para el individuo. Aunque la sociedad y la clase médica han comprendido eficientemente el alcoholismo y el abuso de drogas, solo en años recientes hay igual aceptación al hecho de que las personas puedan ser adictas a la comida de la misma manera. Cuando cualquier sustancia es ingerida por el cuerpo sin importar su potencial daño o el exceso de necesidad que el cuerpo tiene por ella, se dice que esa sustancia es abusada. Los individuos que abusan de estas sustancias de esa forma, son adictos. Estas personas se vuelven psicológicamente y mentalmente dependientes de ciertas sustancias, en este caso la comida.
Uno solo necesita responder unas pocas preguntas para determinar su adicción:
Adicción a la Comida—Cauas y Manifestaciones
La adición a la comida, como cualquier otra adicción, es una pérdida de control. El individuo entiende que su manera de comer es dañina, pero continúa con el comportamiento destructivo. El fenómeno de la adicción a la comida es tanto psicológico como fisiológico.
Muchos individuos tienen lo que puede ser denominado como “alergias alimenticias”. Estas son comidas que cuando se ingieren provocan síntomas negativos y cambios en el cuerpo, pero al mismo tiempo provocan deseos. Por ejemplo, el individuo diabético, podría “enfermarse” por el consumo de azúcar, pero seguirá deseándola y comiéndola en exceso, con efectos adversos. Los estudios continúan observando ciertas proteínas en la leche y el trigo que cuando se ingieren producen efectos similares a los de los narcóticos. Estos químicos imitan los supresores del dolor naturales, endorfinas, y que han sido llamadas “exorfinas”. Es posible que los individuos que padecen depresión, baja-autoestima o soledad; encuentren alivio cuando ingieren una alta cantidad de ciertos alimentos tales como la sal o el chocolate. El inmediato bienestar desaparece dando paso a una sensación de enfermedad o de culpa, conduciendo a más depresión. Debido a que el adicto está fuera de control, volverá una vez más al mismo patrón de alimentación en un esfuerzo, consciente o inconsciente, por sentirse mejor.
Los adictos a la comida provienen por igual de todas las edades, razas y géneros. Estos pueden tener sobrepeso, bajo peso y algunos peso normal. Todos ellos están unidos por su obsesión con la comida. Los individuos obesos sufren humillación debido al exceso de peso; pueden ser aletargados y sedentarios, incapaces de de moverse con libertad. Las personas con bajo peso pueden ser bulímicas; aunque comen obsesivamente, están tan temerosas de padecer sobrepeso que se inducen al vómito, toman laxantes o ejercitan compulsivamente para evitar ganar peso. También podrían alternar con periodos de anorexia, absteniéndose de los alimentos con el fin de controlar su peso, pensando constantemente en qué comer y en cuánto pesan. El tema de los alimentos es una miseria para estas personas; cuentan calorías compulsivamente, comiendo sin disfrutarlo.
Adicción a la Comida — ¿Hay esperanza de recuperación?
La adicción a la comida es una condición seria con muchos efectos adversos para la salud. Obesidad, trastornos psicológicos, diabetes y unas pocas anomalías gástricas.
Por supuesto, el primer paso para la recuperación es la concientización y aceptación del problema. Médicamente, los individuos deben identificar cuales alimentos —los alimentos detonadores— provocan los síntomas y deseos.
No hay manera fácil de combatir la adicción a la comida; se requerirá disciplina intensa para modificar los patrones alimenticios y el estilo de vida. Un programa de ejercicios manejable debería ser adoptado junto a cambios en la dieta que puedan ser mantenidos. Intentos ambiciosos por cambiar los patrones alimenticios de manera abrupta o perder peso de manera rápida, rara vez tienen éxito a largo plazo.
La dependencia fisiológica y psicológica de los alimentos, puede ser superada cuando el individuo reconoce que no tiene el poder para combatirlas por sí mismo. Estas personas deben buscar a Dios, solo él es capaz de proveer ayuda y sanidad en todas las áreas de la impotencia humana. “Yo soy el Señor, que les devuelve la salud” (Éxodo 15:26b). Dios está tan preocupado por tu bienestar físico como lo está de tu relación espiritual con él. Cuando un individuo le busca, encontrará salud, sanidad y recuperación. “Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente” (3 Juan 2).
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