Cirugía de Bypass Gástrico

Cirugía de Bypass Gástrico – El Comienzo
Mi nombre es Courtney, y este es un relato personal en referencia a la cirugía de bypass gástrco. Soy un ama de casa de 25 años de edad y he sido esposa de un miembro de la Fuerza Aérea desde junio del 2000. Soy sobreviviente de la obesidad mórbida.

Mis problemas de salud comenzaron poco después de regresar de mi luna de miel. Empecé a sentirme enferma la mayor parte del tiempo y comencé a ganar peso a pasos agigantados. Asumí que se debía a las píldoras anticonceptivas que me habían prescrito poco antes de mi matrimonio. Cuando mi esposo y yo habíamos hablado de ello en la noche de navidad, elegimos dejar el control natal en lugar de intentar una nueva píldora. Estábamos ansiosos por iniciar una familia. Concebí casi inmediatamente y, poco tiempo después, sufrí mi primer aborto espontáneo. Aunque fue doloroso, todavía no sabíamos que había algo aun más serio.

Al mes de mi primer aborto espontáneo, tuve una cita con el oftalmólogo. Me realizaron todos los exámenes y cosas que hacen ellos y dilataron mis ojos. ¿Sabes cuán atemorizante es para un doctor ver en tus ojos, la ventana de tu alma, y decir: “Oh, esto no está bien”? Yo sí lo sé. Se apresuraron en hacer fotografías de mis retinas y documentarlas. Me hicieron tomar asiento y me dijeron que tenía una enfermedad llamada Pseudotumor Cerebral (PC). Es básicamente la elevación del fluido espinal en tu cerebro que presiona contra el nervio óptico y actúa como un tumor. Ellos creen que debido a la manera en que este “tumor” estaba presionando mi cerebro, se provocó mi aborto espontáneo.

Ellos creían que tendría que estar medicada y probablemente sometida a punciones espinales por el resto de mi vida. Mi neurólogo me recetó una medicación para reducir la producción de fluido espinal, que provocaba que mis manos, pies, cara y a veces las piernas, se entumecieran y dieran la sensación de hormigueo. También me mareaba y olvidaba cosas. No fue hasta que me retiraron esta medicación, un año más tarde, que descubrieron que el daño era permanente. Más adelante, me dijeron que uno de los extraños efectos colaterales de esta medicación es que puede, literalmente, provocar agujeros de memoria, como los efectos a largo plazo que se producen al usar éxtasis. Hay momentos de mi niñez de los cuales no tengo memoria. Mis hermanas empiezan una historia: “¿Recuerdas esa vez en que…?” y por mucho que yo lo intente, no tengo idea de lo que están hablando. Esos recuerdos nunca regresarán.

Cirugía de Bypass Gástrico — El Aumento de Peso
Poco tiempo después que fui diagnosticada por esta enfermedad, comencé a ganar peso. Estaba asustada, ya que me habían dicho que el pseudotumor puede complicarse con una elevación rápida de peso. Gané más de cien libras en solo tres años y no había manera de detener esto. Hice todo lo que el doctor me recomendó: dietas, píldoras, ejercicios… lo que se te ocurra. Nada sirvió.

Más tarde, en febrero de 2002, fui diagnosticada con Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP). Luego, fui diagnosticada con hipotiroidismo. Me enviaron a un nuevo doctor, uno que se especializaba en el tratamiento de SOP. Él fue agresivo. Inició una medicación que fue creada para pacientes diabéticos, pero que había probado ser efectiva en el tratamiento de mujeres con sobrepeso que padecían SOP. Me hacía sentir constantemente enferma y nada más. Él pensó que la medicación no funcionaba, debido a todos los otros problemas que estaban surgiendo.

En Septiembre de 2003, quedé embarazada nuevamente. Me aseguraron que la gente con mi talla, podía llevar a término un bebé saludable con la debida supervisión… pero no con mis complicaciones. Tuve un segundo aborto espontáneo el día después de mi cumpleaños número veintitrés. “Devastada”, no es suficiente para describir cómo me estaba sintiendo.

En Mayo de 2004, fui diagnosticada con presión alta. Mi doctor descubrió entonces que mi SOP era resistente a la insulina. Cuando comes, tu organismo descompone los nutrientes de la comida y tu insulina lleva esos nutrientes a tus células. Resistente a la insulina significa que mis células rechazaban mi propia insulina, por lo que mi cuerpo seguía diciéndome que estaba hambriento, cuando en realidad, toda la comida que yo ingería se almacenaba en forma de grasa. Yo ganaba peso a saltos y a brincos, pero mi cuerpo no obtenía ningún nutriente. Literalmente, estaba muriéndome de hambre. Finalmente, mis doctores se dieron por vencidos. Fue entonces cuando me dijeron que sería diabética en unos pocos años y que probablemente estaría muerta al llegar a los treinta. Yo tenía tantas cosas funcionando mal que todos los medicamentos no hacían efecto. Literalmente me moría, al mismo tiempo que tomaba nueve medicamentos prescritos. Cada enfermedad y síndrome estaba unida al hecho de que ahora tenía obesidad mórbida, con cinco patologías asociadas. Mis doctores optaron por algo drástico. Dado que yo tenía veinticuatro años, no podía concebir y me acababan de decir que, en mi condición actual, no duraría más de otros seis años, lo drástico me parecía bien.

Cirugía de Bypass Gástrico — La Cirugía
Mis doctores me recomendaron una cirugía de Bypass Gástrico del tipo Roux—en—Y. Comencé todo el proceso y a orar intensamente por ello con mi familia. La cirugía se llevó a cabo en Diciembre 27 de 2004. Habían pasado cuatro años y tres días, desde el día en que habíamos dejado el control natal.

En este tiempo, muchos me habían preguntado por qué continuaba teniendo fe en medio de toda esta adversidad. Mi respuesta era que en medio de todo, Dios siempre había sido fiel. Al mirar atrás a los últimos cinco años de mi vida, puedo ver el camino que yo estaba escogiendo para mí y el camino que Dios tenía para mí. Puedo ver que su camino no era el mío, pero el suyo era mejor. Al enfrentar la adversidad, él me sostuvo. Cuando él supo que yo no podía transitar sola por el sendero que tenía delante de mí, Dios me envió mi esposo para caminarlo conmigo.

Ciertamente hubo momentos oscuros, momentos en los que me enojé con Dios por todas las cosas que yó creía que él dejaba que me sucedan; momentos en los que me sentí muy sola, aunque en realidad nunca lo estuve. Me sostuvo en sus brazos cuando lloré por mis hijos perdidos y cuando miraba en el espejo y lo único que veía era una mujer obesa.

Así como en el libro de Daniel y en la historia de Sadrac, Mesac y Abednego, fui lanzada al fuego y probada. Así como en esa historia, el fuego no pudo quemarme porque Dios estaba junto a mí. Los fuegos de este mundo solo tienen el poder de quemar los lazos de este mundo. Dios ha caminado conmigo cada paso del camino.

Cirugía de Bypass Gástrico — Los Resultados
Ha pasado un poco más de un año y mi cirugía de bypass gástrico fue un completo éxito. No tuve complicaciones y jamás me enfermé. He dejado toda la medicación que tomaba antes de la cirugía y perdí ciento treinta y cinco libras y bajé nueve tallas. Me siento como nueva.

Estos versículos bíblicos han sido luz en los momentos más oscuros de mi vida. Me he aferrado a ellos a través de los últimos cinco años y aún lo hago.

“No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu *nombre; tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador” (Isaías 43:1-3).

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11)

Courtney experimentó la paz de Dios cuando ella atravesó estas enfermedades que amenazaban su vida. ¿Deseas la misma paz en tu vida?