Consejería Matrimonial Cristiana — Los Propósitos
La consejería matrimonial cristiana es una herramienta para ayudar a la gente involucrada en relaciones conflictivas, a aprender a comprenderse mejor unos a otros y comprender a Dios. Es posible que pensemos: “No necesito consejería. Yo puedo resolver mis problemas”. Pero si estás aquí, visitando esta página web, es muy probable que estés en una situación en la cual te beneficiarías de la perspectiva de alguien que no esté involucrado en ella. La consejería matrimonial cristiana puede ayudarte a ver lo que Dios quiere para tu matrimonio.
La consejería matrimonial cristiana, generalmente involucra tres áreas principales: 1) Problemas o temas generales tales como: dificultad para comunicarse, pérdida de cercanía, etc. 2) Problemas personales que se desarrollan u ocurren dentro del matrimonio 3) Pérdida del sentido de los principios de Dios para el matrimonio.
Incluso para los cristianos, la necesidad de consejería matrimonial no se enfatiza lo suficiente, porque vivimos en un mundo que, a menudo, alienta la destrucción del matrimonio. Como cristianos, adicionalmente reconocemos la presencia de un enemigo que busca acechar y devorar los matrimonios (1 Pedro 5:8). Desde el principio, el matrimonio ha sido parte del plan de Dios para su creación y Satanás está vehementemente en contra de esta preciosa tradición. Si necesitamos evidencia de que estamos en problemas, simplemente echa una mirada a la tasa de divorcios, tanto en ambientes cristianos, como no cristianos.
Consejería Matrimonial Cristiana — Problemas o Temas
La consejería matrimonial cristiana, busca dirigirse a los problemas y temas. Si los problemas no son tratados dentro de un tiempo prudencial, podrían agravarse y provocar una devastación mayor al matrimonio. Aunque los problemas son comunes a todos los matrimonios, los cristianos tenemos los medios para solucionarlos. Visualízalo como atacar a un virus antes de que se arraigue en nuestros cuerpos. Una respuesta apropiada podría no prevenir el virus, pero podría ayudarnos a controlar la tormenta y como resultado, volvernos más fuertes.
Por lo tanto, en el matrimonio es importante explorar y reconocer los problemas tempranamente. La consejería matrimonial se enfoca en esos problemas y ayuda a resolverlos. Los problemas prevalencientes incluyen una pobre comunicación, falta de cercanía o de intimidad, quejas o ira.
La raíz de muchos de esos problemas es el orgullo. A menudo creemos que podemos resolver nuestros problemas. Esto puede agravar la situación del matrimonio, especialmente cuando un cónyuge reconoce la necesidad de ayuda y el otro se rehúsa. La Biblia nos dice que nos examinemos (2 Corinitios 13:5). Este prinicipio se aplica también a los matrimonios, por ello, si hay temas que necesitan resolución, la consejería es una buena opción.
Cuando los cónyuges buscan al Señor y están abiertos al consejo y a la sabiduría, ellos tienen esperanza en lo que a su situación se refiere y muestran a los demás que Dios les puede ayudar.
Los problemas también pueden ser relacionales, provocados por no saber cómo interactuar, ya sea emocional, intelectual o fisicamente. Otros problemas serios que pueden desarrollarse son mentiras, adulterio, pornografía, heridas emocionales, enfermedades mentales, etc. Cuando no se tratan estos problemas, potencialmente podrían poner en riesgo el matrimonio.
Consejería Matrimonial Cristiana — Los principios de Dios para el Matrimonio
La consejería matrimonial cristiana nos ayuda a enfocarnos nuevamente en nuestras prioridades. Es fácil distraerse y perder de vista qué y quién es importante. Además de ayudarnos a encontrar las soluciones para los problemas y temas, la consejería cristiana puede proveer técnicas para construir relaciones, sean estas conyugales o no. Al ofrecer preceptos de la Palabra de Dios, una buena consejería matrimonial cristiana nos puede ayudar a aplastar los “virus” que afectan y dañan nuestras relaciones.
La consejería matrimonial cristiana nos puede ayudar a lidiar con los problemas que amenazan con destrozar nuestras vidas. Una consejería efectiva nos reafirma que Dios se preocupa y desea ser parte central de nuestro matromonio. Podemos aprender principios de la Palabra de Dios que algunos días nos recordarán el ideal de Dios para los esposos y esposas (Efesios 5:21-33; 1 Pedro 3:1-11). Los consejeros cristianos matrimoniales exponen y motivan estos precetos.
¿Cómo está tu matromonio? ¿Hay un virus que amenaza con arraigarse? ¿Necesita tu relación un realineamiento? ¿Están tú y tu conyuge siguiendo un precedente bíblico?
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