Lesión Cerebral Traumática

Lesión Cerebral Traumática — Una Historia Personal
Fue hace ocho años cuando recibí mi Lesión Cerebral Traumática en un accidente de auto. Hay diferentes categorías de lesión cerebral, que van desde leves (como la mía), hasta severas. Aun así, las lesiones cerebrales leves son serias y debilitantes, mientras que las lesiones severas son extremadamente imposibilitantes.

Resulta poco decir que es frustrante, atemorizante y confuso. Sufrir una lesión cerebral, es una experiencia que te altera la vida absolutamente. En mi caso y en el de muchos otros, no hay vuelta atrás. Tengo cincuenta años. Cuando era adolescente, saqué 132 en el test de inteligencia. Hace un mes, obtuve 96.

Mi lesión cerebral también ha afectado a quienes me rodean: familia, empleadores, doctores y amigos. Ellos perciben la pérdida de mis habilidades, mi lentitud al pensar y mi cambio de comportamiento, como una búsqueda de lástima, vagancia de mi parte e innumerables otras “etiquetas”; algunas amables y la mayoría no.

Mi propia vida ejemplifica el hecho de que el trauma cerebral es una lesión muy insidiosa, ante la cual la mayoría de la gente no tiene entendimiento. Es una lesión en la cual algunas de las fallas están escondidas, mientras que otras están aparentes. Ya sean escondidas o evidentes, se manifiestan en formas dañinas. El pensamiento positivo, visualizaciones, afirmaciones y otras cosas como esas, no parecen funcionar para mí en lo absoluto.

Lesión Cerebral Traumática — Aislamiento
Luego de mi lesión cerebral traumática, prácticamente experimenté un total aislamiento de todos los miembros de mi familia. Mi esposa se divorció de mí, mi familia no entendía, mis amigos perdieron interés en mí, incluso mi iglesia me apartó. La gente me excluyó. Siento como si no hubiera una red de seguridad o un sistema de apoyo que me pueda sostener. Estoy seguro que yo he contribuído a esto con mis pensamientos y comportamiento inconsistente: mi ira, decepción y muchos otros factores negativos de los cuales soy culpable. Mi esposa se divorció de mí hace dos años. Durante esta y otras pruebas, mi seguridad y autoestima sufrieron mucho. Enfrenté una fuerte depresión y dolor por lo que estaba sucediendo. Personalmente, estoy confundido la mayor parte del tiempo.

Lesión Cerebral Traumática — Esperanza en Cristo
Mi compromiso con Jesucristo es de mucha ayuda para mí. Creo que hay un verdadero consuelo en saber que terminaré en el cielo algún día, donde Dios me sanará a mí y a otros. Debo leer contínuamente la Biblia y tratar de comprender su palabra. Le agradezco al Señor por ayudarme durante estos muy duros momentos, porque no hubiera podido hacerlo sin él. Es fácil confiar en Dios cuando las cosas están yendo bien, pero muy difícil cuando mi mundo se está cayendo a pedazos.

Sobrellevar esta lesión es ciertamente doloroso, frustrante y muy deprimente. He descubierto que la mayoría de la gente no tiene idea de lo que es una lesión cerebral y piensa que estoy fingiendo. Dado que todavía puedo escribir y hablar, no se dan cuenta que tengo una lesión cerebral, lo cual es muy frustrante para mí. He experimentado siete intentos de suicidio, cada uno con sobredosis de medicamentos. Por alguna razón, Dios me ha mantenido vivo. Realmente no sé por qué, pero tengo esta sensación real de que Dios tiene un propósito para mí.

Trato de enfocarme en estos pasajes bíblicos, los cuales parecen ayudarme:

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Filipenses 3:13-14

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas. Mateo 7:7-12

Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el *corazón. 1 Samuel 16:7