Proceso de Duelo

Proceso de Duelo — Entendiendo el Dolor
El duelo es un proceso natural que experimentamos luego de sufrir una pérdida significativa. Aunque el duelo es difícil y doloroso, no tiene que inmovilizarnos. Podemos aprender a ser pacientes con nosotros mismos y con otros durante períodos de dolor al entender lo que estamos atravesando.

¿Qué debes esperar mientras estás sobrellevando el duelo? ¿Cómo reaccionarás? ¿Te sientes tenso? Recuerda que llorar es saludable para liberar la tensión. “Tragarse las lágrimas” no solo es difícil, sino que reprime tus sentimientos; al acumularlos, explotarán más tarde de una manera que no esperas. Es posible que también experimentes pérdida de apetito, falta de sueño, desconcentración y fatiga. El alcohol y las drogas solo enmascaran y retrasan el proceso de duelo, así que considera evitarlas durante este tiempo. También es prudente no hacer decisiones importantes o tomar nuevas responsabilidades hasta que el dolor haya amainado.

Mucha gente experimenta un calidoscopio de reacciones durante el proceso de duelo. Si tu dolor es especialmente intenso, es posible que pierdas el interés en la vida misma. Con el fin de salvaguardarte de un largo período de depresión como resultado del dolor, es primordial descubrir el propósito y la esperanza fuera de ti mismo. Con el tiempo, tu sentido de propósito regresará, mientras el dolor se vuelva menos intenso.

Es posible que también experimentes culpa y te preguntes “¿Y si…?” Aprender a perdonarte a tí mismo y a otros es un factor importante para superar este duro ciclo. La ira debe ser expresada y expuesta de una manera saludable y apropiada.

Cuando se lidia con el duelo, es inevitable sentir un aumento en la vulnerabilidad. Te darás cuenta que el dolor genera cambios en casi todas las facetas de la vida, incluyendo la estructura social. El duelo redefine el pasado, pero a medida que pasa, puede abrirte puertas para el futuro.

Proceso de Duelo — Familia y Amigos
Es importante saber que tu proceso de duelo puede resultar incómodo para tus amigos y familiares. Inseguros de cómo suavizar tu dolor y consolarte, a menudo no saben qué decir. Si puedes, hazles saber que es bueno hablar sobre tu pérdida para que ellos puedan conocer cómo te sientes. Si hay niños a tu alrededor durante este tiempo, reafírmalos a menudo y expresa tu amor por ellos.

Proceso de Duelo — Instrucción Práctica
Toma en cuenta las siguientes ideas para manejar el proceso de duelo:

• Rodéate de ternura. Tu cuerpo y tu alma necesitan repararse
• Acepta la ayuda cuando te la ofrezcan y busca ayuda si un problema no se ha resuelto
• Dale descanso a tu cuerpo. Cuando sea posible, ve a la cama más temprano
• Reúnete con los amigos y conoce nueva gente. Concéntrate en quienes pueden ayudarte a lidiar con el dolor. Los feriados y ocasiones especiales son difíciles. Apóyate en tu familia y amigos.
• Sé paciente. Si te sientes deprimido por un tiempo, está bien.
• Encuentra actividades que te den consuelo. Aprende a expresar tus sentimientos: habla, escribe, canta, ejercítate y llora. Aprende más sobre cómo recuperarte del duelo. Un mejor entendimiento nos ayuda a sobrellevarlo
• Una buena nutrición es importante. Evita la comida chatarra

Proceso de Duelo — Hay Esperanza y un Futuro
Al comienzo, el proceso de duelo es difícil, pero a medida que el tiempo pasa, buscamos razones para tener esperanza. La esperanza basada en absolutos y en un futuro eterno, ofrece una perspectiva motivadora y consoladora. En los Salmos se nos dice: “Hubiese perdido mi corazón, si no hubiese estado seguro de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes”.

Dios nos promete renovación y esperanza; primero a través de la salvación en el Señor Jesucristo, quien murió por nuestros pecados y resucitó para darnos a todos un futuro en el cielo. Si creemos en Jesucristo, no solo tenemos un futuro aquí en la tierra, sino que tenemos un futuro en el cielo con él. Juan 3:36 nos dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida”.

Cuando creemos en Jesucristo, el duelo se transforma pronto en esperanza. Antes de lo que imaginamos, estamos recibiendo cada día una vez más con ilusión y ansiosamente esperando nuestro futuro con él. Juan 10:28 dice: “Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano”.

¿Crees en esto? “Entonces no se pongan tristes (duelo) como los que no tienen esperanza” (1 Tesalonicenses 4:13b)