Sentirse Solo - Desconectado
La poderosa emoción de sentirse solo es diferente para todo el mundo. Está basada en nuestra propia percepción de cuán "conectados" estamos con otros. Esto explica por qué podemos sentirnos solos aún en una multitud. Entender algunas de las razones por las que nos sentimos desconectados de otros nos ayuda a explicar por qué sufrimos:
Sentirse Solo - Su Identidad
Existen algunos errores comunes que cometemos al tratar de lidiar con el sentirnos solos. En un intento de escapar de nuestra soledad miramos películas (solos) o trabajamos más horas. Algunas personas confían en una mascota, un pasatiempo, o libros de auto-ayuda para llenar el vacío. Cada camino solamente ofrece esperanza temporal para un futuro mejor. Eventualmente, el sentirse solo parece parte de nuestra identidad. Sin saberlo, nos aislamos más de esa relación perfecta.
Nunca confunda el sentirse solo con el estar solo. Los dos están en los extremos opuestos del espectro emocional. Uno drena nuestros recursos; otro multiplica nuestros recursos:
Sentirse Solo (Abandono) | Estar Solo (Soledad) |
Nos deja vacíos e insatisfechos | Nos da satisfacción a través de inspiración |
Agrava nuestro estrés interiorizado | Nos libera de las distracciones |
Se alimenta de nuestra desesperanza e inseguridad | Alimenta nuestro cuerpo, mente, y espíritu |
Sentirse Solo - Conectado
De la misma manera que usted puede experimentar el sentirse solo en una multitud, usted puede experimentar compañía estando solo. El Salmo 23 comparte la confianza de David en la presencia de Dios durante nuestros momentos de cansancio, de decisiones difíciles, y en medio de "nuestros enemigos." El amor eterno del Señor nos brinda protección y consuelo aún cuando enfrentamos la muerte.
A Dios no le complace el que nos sintamos solos. Durante su juicio romano, el apóstol Pablo fue abandonado por sus compañeros de ministerio (2da de Timoteo 4:16-17). El hijo de Dios, Jesucristo, fue abandonado por aquellos más cercanos a Él, todos los discípulos (Juan 16:32). En cada situación desesperanzada, Dios proporciona fortaleza y liberación.
Dios quiere que la humanidad tenga una conexión eterna con Él para que nunca nos sintamos solos -- Dios anhela estar con nosotros. Por esta razón envió a Su amado Hijo, Jesucristo, como un sacrificio, para reunirnos con Él (Juan 3:16; Romanos 5:8; 1ra de Juan 4:10). A medida que confiamos en Su misericordia y amor incondicionales, Él utiliza a otros que han experimentado Su amor para llenar nuestras vidas de nuevo.
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