Violencia Doméstica

Violencia Doméstica — ¿Qué es?
La Violencia Doméstica es un comportamiento difícil de definir, debido a que abarca una serie de síntomas que involucran abuso, tanto físico como emocional. Cuando se presenta en la forma de abuso emocional, se caracteriza por vejaciones y ridiculizaciones verbales que humillan, y por patrones de abandono. El abuso físico involucra la amenaza de violencia física y puede incluir bofetadas, empujones y agresión física deliberada.

La violencia doméstica es un patrón de comportamiento que puede ser resultado de diferentes factores. Puede ser un comportamiento aprendido que un niño observa entre sus padres y luego repite en sus relaciones adultas. Los estudios muestran que los abusadores son a menudo motivados por sentimientos de falta de poder e inseguridad. La violencia doméstica infla el ego y provee un falso sentido de control. Es posible que sea el resultado de un mal guiado sentido del amor, que desemboca en una posesibidad no saludable y en celos.

La sociedad está ahora concientizando sobre la violencia doméstica que ha ocurrido también en el pasado. Anteriormente, incluso si se reportaba a las autoridades un abuso mayor, la ley se rehusaba a involucrarse. Se asumía que el hombre era el rey de su castillo y que las autoridades no tenían nada que hacer ahí. Como máximo, se lo veía como una ofensa. Esta perspectiva ha cambiado. Si un hombre o una mujer se siente abusado, hay muchas organizaciones en la actualidad dispuestas a ayudar. También hay muchas páginas web que ofrecen información, ayuda y consejo.

Violencia Doméstica — ¿Cuán Serio Es?
La violencia doméstica es una muy seria forma de explotación que seguirá escalando cuando se la deja sin tratar. Hay un ciclo de violencia que a menudo comienza con un patrón de denigración verbal y abuso emocional, que se intensifica hasta que se manifiesta en forma de abuso físico. El abuso verbal es posiblemente más siniestro que el abuso físico manifiesto. Mucho tiempo después de que los moretones y huesos rotos de un abuso físico sanan, el abuso verbal continúa silenciosamente erosionando el autoestima de la víctima.

El abusador clásico envía un mensaje a su víctima de que ésta es responsable de sus comportamientos negativos; de que fracasa en la mayoría de los papeles que debe cumplir y que sin él, no vale nada. Las víctimas del abuso, eventualmente llegan a creer que no tienen poder y que son objetos de vergüenza. Estadísticamente, los reportes de mujeres abusadas son más comunes que los de hombres.

Violencia Doméstica — ¿Qué dice la Biblia?
En ninguna parte de la Escritura, encontramos que Dios sancione cualquier forma de violencia doméstica. En Colosenses 3:18-19, los hombres son instruidos a moldear su amor hacia sus esposas, de acuerdo a cómo Jesús amó a su iglesia. Esto se describe como un amor sacrificial; la clase de amor que busca lo mejor para el ser amado. El abuso emocional y físico está diametralmente opuesto al concepto de sacrificio; dicho comportamiento es egoísta y egocéntrico. 1 Corintios 13 enseña lo que el genuino amor es y en lo que consiste y dice mucho de lo que no es amor. De acuerdo a este pasaje, no se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente. De manera clara, el abuso no es una demostración de amor genuino.

Una mala interpretación de Efesios 5:22 ha hecho que algunos crean que el papel de sumisión permite un abuso de poder o un maltrato del cónyuge. El verdadero significado de este pasaje, es demostrar el papel del esposo como el iniciador de un amor incondicional, ante lo cual la esposa responde con reciprocidad, estando dispuesta a colocarse bajo su liderazgo. La sumisión no es algo que debe ser tomado, sino algo que debe ser dado.

Jane había sido víctima de violencia doméstica por algunos años. Ella no tuvo cicatrices en sus heridas, hasta que su esposo comenzó a golpearla y empujarla. Luego de haber sido empujada por las escaleras, ella buscó ayuda en un refugio de la comunidad para mujeres abusadas. Su consejero le alentó a que no regresara a casa hasta que su esposo estuviera de acuerdo en buscar ayuda, en referencia a sus comportamientos agresivos y abusivos. Luego de saber que estaba arriesgando su matrimonio, David estuvo de acuerdo en buscar ayuda. Eventualmente, él fue capaz de aprender a expresar sus sentimientos y encontrar maneras significativas para desarrollar su autoestima. Más tarde, Jane y David asistieron a consejería matrimonial cristiana para desarrollar una relación de amor genuino.

Si actualmente eres víctima de una relación abusiva, te alentamos a encontrar ayuda inmediatamente. Conoce Más Acerca de Lidiar con Peleas Matrimoniales.